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Lecciones aprendidas: Cuando la pasión choca con la realidad.

¿Por qué motivo lucho y vivo hoy?

Sigo trabajando para vivir más presente, fluyendo, creyendo en mí, y aprendiendo para hacer realidad mi sueño.

Este sueño es bien concreto y muy deseable: Quiero que mi vida sea sobre ayudar valiosamente al mundo que me rodea.

Lo he buscado de varias formas diferentes, en ocasiones con más o menos compromiso. Pero en este momento, me encuentro decidido, con un camino cada vez más claro, y con mi corazón cada vez más en el lugar correcto en esto.

¿Que aprendí estudiando? (Seth Godin, “Esto es Marketing”

  • Observé que es muy importante entender el para quién de cuanta iniciativa vea construirse o construya yo, incluso antes que plantearse el cambio y los servicios o productos derivados de esto.
  • Es muy importante comprender a las personas a las que queremos ayudar, primero, sobre sus deseos, anhelos, sueños; su relato del mundo.
  • Desde esto, necesitamos ser específicos sobre lo que queremos hacer por ellos, para así comprobar a través de nuestro trabajo si nuestra hipótesis sobre este cambio que debería resultar valioso para nuestro mercado, era o no realmente valioso.
  • Es importante que esto sea presentado como una promesa, que se construye desde el para qué, que significa: ¿Qué cambio quiero generar para estas personas?
  • Esto, en esencia, es Branding. En el contexto de Seth Godin, es su forma de interpretar el Marketing más importante; lo que viene antes de la publicidad como tal.

¿Qué preguntas me plantié?

En concreto, me hace algo de ruido el aspecto sobre el para quién.

Mi primera pregunta es:

“¿Será lo correcto apuntar a un para quién que personalmente me motive? O, en cambio, ¿debería apuntar a un para quién que sepa, puede pagar y ayudarme a sostener una iniciativa en el tiempo?”

Es una buena pregunta, partiré con esto.

En esencia la preocupación aquí es la siguiente: Que el mercado por el que sienta afinidad o propósito, realmente NO sea capaz de pagar y, por ende, cualquiera de mis iniciativas fallen.

Quizás es una forma algo pesimista de verla, pero también veo su razón:

  • Puede ser por experiencias pasadas – que las tengo – en las que he sentido que la gente simplemente no puede permitirse costear un servicio., a pesar de ser valioso para ellos.

Y me quedaré con esto, porque siento que es lo principal.

Existen algunos ejemplos que van en contra de esta idea. Existen ONGs cuyo propósito es nétamente generar un cambio positivo y, a pesar de tener la dificultad de no tener la meta de ser lucrativo, logra mantenerse en el tiempo porque apuntan a entender a sus potenciales donantes y reforzar mensajes que encajen con su visión del mundo y, subsecuentemente, les generen valor.

No sé si será el mejor argumento, pero la idea principal para mí aquí es que, es más importante construir algo importante o significativo para tí, que algo lucrativo.

Elegir el propósito o la significancia no quiere decir que tus proyectos no puedan ser lucrativos, más bien, es más probable de que las energías con las que cuente para trabajar en esto sean mayores, ya que es más fácil comprometerse con proyectos cuyos fines resuenan personalmente.

Fuera de esto, e incluso más allá de la importancia de que primero sea importante para tí, es muy importante luego desconectarse un poco de cuales son nuestras expectativas y sueños, para pasarnos a centrarnos en cuales son las expectativas y sueños de las personas a las que queremos ayudar.

Esta es una etapa complicada, pero no imposible, en donde es necesario ejercitar la empatía para aprender a escuchar más profundamente a la persona a la que apuntamos a generarle un cambio positivo.

Elei.cl, un ejemplo de esto.

Este se trata de un proyecto personal que tenía como meta el acercar al angelino (de la ciudad de Los Ángeles, Chile) a su oferta de entretenimiento local.

Entre mis amigos que son músicos, y por mi propia experiencia en esto, es muy común escuchar consistentemente lo difícil que era dar a conocer las actividades locales, y claramente, **la marcada reputación de Los Ángeles de ser una ciudad fome (**o, aburrida, por si no conoces la jerga).

Por esto, trabajé en construir primero redes sociales que se llamaba “¿Qué Hago en Elei?”, a través del cual sondeaba diariamente los eventos locales, y les publicitaba a través del espacio, incluso logrando construir un sitio web.

Pero…

El artista estaba poco dispuesto a invertir en esta ayuda.

El número de seguidores iba en aumento, así como las interacciones, pero me resultaba imposible lograr crear algún tipo de servicio que este estuviese dispuesto a invertir para continuar desarrollando la iniciativa.

Eventualmente, paré de trabajar en este espacio, quedándome con un amargo sabor de misión inconclusa.

¿Qué ocurrió aquí?

Y lo puedo reducir a unos cuantos puntos bien sencillos que pude ver teniendo un impacto negativo:

  1. El tipo de trabajo que estaba realizando a través de la página no se ajustaba a mis intereses personales: Tenía que pasar horas trabajando detrás de mi computador, que si bien tiene que ver con lo que hago a diario aún, no existían espacios donde me permitiese conectar con personas de forma directa, de forma que me restaba bienestar al sentirme aislado.
  2. No me enfoqué en desarrollar un servicio y testear mensajes frente a mi audiencia artística para recibir de su apoyo: Si bien tuve unas buenas oportunidades para hablar sobre el cambio que quería lograr, fue menos el tiempo que le dediqué primero a diseñar un servicio a través del cual el artista pudiese apoyar a la página.

Quizás existía una desconexión entre lo que buscaba ofrecer y la visión del mundo a quienes quería ayudar, pero siempre será una duda porque fue poco el tiempo que me dí – y que realmente, tenía – para poder escuchar a los artistas, entender sus dolores, y diseñar los servicios a través de los cuales podrían recibir la ayuda que necesitaban.

Nuevamente, la iniciativa era una por la que me sentía apasionado, pero mi enfoque no logró estar lo suficientemente alineado con las personas a las que quería ayudar, por lo que no diseñé el servicio correcto a través del cual continuar potenciando la ayuda que quería aportar.

No me culparé a través de esto tampoco, ni me arrepiento; estas experiencias son buenas para aprender.

Y aprender es lo que estamos haciendo, siempre, quienes nos atrevemos a hacer cosas por nuestros sueños.

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