La Frustración

La Frustración se define como: Una respuesta emocional común a la oposición, relacionada con la ira y la decepción, que surge de la percepción de resistencia al cumplimiento de la voluntad individual. Cuanto mayor sea la obstrucción y la voluntad, y cuanto más sensible sea el individuo a los conflictos, habrá mayor probabilidad de frustración.

Navegarla resulta ser todo un desafío, sobre todo cuando no comprendeoms su rol natural en la búsqueda de un objetivo deseable.

¿Pero puede ser la frustración anti-natural, o desadaptativa?

Porque en más ocasiones que no, la frustración puede ser fruto de una expectativa fantasma, no tuyas necesariamente, más bien aprendidas y poco definidas que suelen levantar tensiones innecesarias a la hora de perseguir nuestros objetivos.

¿Qué es una expectativa fantasma?

Corresponde a las expectativas internas o externas no dichas: Es la presión que sientes por cumplir con algo o alguien, a pesar de que dicha expectativa no haya sido nunca definida o dicha como tal.

Aquí, tenemos como ejemplo el tipo de presión que sienten los hijos de sus padres, o sus padres de sus jefes, y así: Son fuerzas fantasma que pueden estar generando una presión innecesariamente potente en tí y la vida que estás construyendo.

Esto, en cierto sentido, se alimenta también de nuestra capacidad de empatizar, pero se sostiene sobre todo en el miedo a decepcionar, que es muchas veces aprendido como una conducta que buscaba darnos herramientas para adaptarnos durante nuestra infancia, sobre todo si no existía una sensación de seguridad y amor incondicional durante el desarrollo.

Lo problemático de este tipo de expectativas, es la tremenda presión innecesaria que pudiese estar generando en tu toma de decisiones cuando, en realidad, nadie te está directamente coartando en tu accionar en el presente.

Sin embargo, si existe coerción directa, la única respuesta es luchar por crear distancia y poder librarte en primer lugar de quién pudiese seguir reforzando dicha presión en tu vida.

Es por estas razones que muchos experimentamos la frustración de una forma poco saludable, anti-natural; demandas que internalizamos de ser de una forma u otra durante nuestra infancia pero que en el presente, podría ya no tener cabida para la vida que buscamos construirnos.

Cómo lidiar con la frustración

Si bien el caso que planteo es de un tipo de frustración específica, creo que estos pasos podrían serle de ayuda a cualquiera que esté enfrentando esta emoción; enfrentando el dolor de un deseo no cumplido que seguro experimentarás mientras persigues tus metas.

#1 Siente las emociones que tengas que sentir

Porque antes de intervenir desde la razón, es fundamental que te des el espacio de sentir y expresar todas las emociones que sientas.

No solo las cómodas y agradables, como podría ser la tristeza en algunos casos, o la ira en otros.

Todas tus emociones, sin excepción.

La mejor forma de hacer esto, sobre todo si eres alguien a quien le cuesta conectar con estas cosas es, guardar silencio y no distraerte con nada.

Deja que los pensamientos y emociones fluyan, solo observa, no intentes pensar en lo que ocurrió tampoco. Es mejor dejar que las ideas surgan por sí solas y naturalmente en el silencio.

Y luego, atiende a lo que vaya surgiendo: Tu cuerpo sabe cómo hacerlo, confía en el.

#2 Entiende si es una frustración natural o anti-natural

La diferencia clave entre ambas siendo que la natural corresponde a una frustración propia de un deseo definido no realizado, y la anti-natural corresponde a una frustración de un deseo o exigencia no definida, que no se realizó.

Si corresponde a lo primero entonces, es fundamental aceptar la experiencia como una normal en primer lugar, para luego decidir cómo podrías ajustar estas expectativas en caso de que te hayas exigido en exceso a tí mismo o a otra persona.

Porque hasta una frustración natural puede ser fruto de una mala decisión, como por ejemplo, el haberte propuesto lograr algo en muy poco tiempo, no habiendo considerado quizás tus capacidades o recursos, o las de otra persona por la que podrías estar experimentando esta frustración.

Sin embargo, si corresponde a una frustración anti-natural, es necesario hacer algo distinto, como preguntarnos:

#3 Responder: “¿Qué me pide esta expectativa fantasma?“

Entendiendo lo que podría habernos estado exigiendo, que por cierto, te darás cuenta rápidamente de lo ridículas que pueden ser las exigencias o ideas que subyacen dichas expectativas, te dará paso a responder la siguiente pregunta:

#4 Responder: “¿De quién es la voz de esta expectativa fantasma que estoy aplicando?“

Siendo fundamental entender bien de quién podríamos haber interiorizado dichas ideas para así, comenzar a generar distancia entre las ideas que no eran nuestras, si no de nuestros padres, de nuestros maestros, de nuestros -malos- amigos, etc.

Luego de eso, y como paso fundamental, toca resignificarla con la pregunta:

#5 Responder: “¿Qué expectativa saludable me gustaría aplicar en cambio, para reemplazar esta expectativa fantasma que no es mía?“

Porque las expectativas interiorizadas son también otras formas de hábitos y, para eliminarlas correctamente, es necesario diseñar una alternativa saludable y propia; algo que nos haga sentido a nosotros en primer lugar.

Conclusión

Comprender que la frustración puede ser una respuesta a expectativas impuestas es el primer paso para liberarnos de ella.

Habiendo dicho esto, es fundamental entender que esto es un proceso: Es muy probable de que no te libres de esta expectativa fantasma durante tu primera reflexión pero, con tiempo y repetición, podrás irla reforzando y viviendo más acorde a tus propios deseos y expectativas sobre tu vida.

De esto se trata madurar, por si no lo sabías. Se trata en gran medida de diferenciarnos de aquellas ideas impuestas durante nuestra crianza para dar lugar a ideas elegidas por nosotros mismos.

Porque la forma en que llevamos nuestras vidas también es un conjunto de ideas -o creencias- que encarnamos y repetimos de diferentes formas.

Por esto y más razones, para ir descubriendo una vida más propia y plena a disfrutar, es fundamental diseñar a consciencia las creencias y así, la vida que deseamos llevar para nosotros mismos.