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El que todo abarca…

Estos últimos días han sido difíciles de llevar. Esto, debido a la variedad de problemas y proyectos que se anuncian, algunos como necesarios, otros obligatorios, y otros deseables.

Esto comienza, primero que nada, con mi objetivo personal de poder vivir de ayudar a otras personas a través de PurposeVox, mi proyecto de Academia Vocacional Digital, cuya realización se dificulta por las demandas de mi trabajo a tiempo completo como Marketer en una Start-Up.

En segundo lugar, surgen algunas problemáticas con mis seres queridos; también, necesidades de negocios de los que indudablemente, el bienestar de muchos de estos dependen, en las que solo yo – en este instante – tiene las herramientas para poder resolverlos… Pero no el tiempo.

Existen también otras problemáticas ya más personales, que tienen que ver con la adaptación que he tenido que cursar al haberme mudado a Concepción, mi nueva ciudad, en la que la distancia con mis seres queridos aumenta y en esto, genera soledad.

A pesar de todo esto, no quiero ser quien baje los brazos, ni tampoco pretendo convertir este espacio donde me vierta a lamentarme por aquellas cosas que no están del todo bien; escribo para buscar mis respuestas, aquellas que me ayudarán a superar los desafíos presentes.

Los cambios a voluntad

La primera gran diferencia de hoy contra algunos días / semanas anteriores, es el hecho de que estoy comenzando mi día más lento.

Esto significa, que me estoy levantando más temprano, y estoy haciendo una rutina muy pausada durante las mañanas para poder plantearme bien qué es lo más valioso que puedo hacer con mi día, esto claro, con una mente más clara y despierta, al permitirme ir despertando con estas reflexiones y algo de paciencia.

Los desafíos anteriores, respecto a mi proyecto y las problemáticas alrededor del negocio familiar, son unos que me resultan algo más difícil de idear una potencial solución que prometa superarlos… Al fin y al cabo, no tengo de donde sacar más tiempo.

Si bien esto no es del todo cierto por el lado de que puedo conseguir tiempo contratando a gente, esto es algo bastante nuevo, a lo que tendría que destinar recursos y claro, mucha paciencia, ya que el contratar gente se trata menos del proceso de contratarles, y más sobre contratar a las personas correctas.

Nuevamente sea dicho de que esta variedad de direcciones que pareciesen querer arrastrarme en una dirección u otra parecen muchas veces ser incompatibles; no dan lugar a que estos puedan perseguirse en simultáneo, lo que en buena medida significan que algunos de estos deben ser pausados, o completamente eliminados.

Esto sería mucho más sencillo si se tratase de solo deseos superficiales de una cosa vs otra, pero en reaildad, se trata de decidir entre lo que yo necesito, o lo que mis seres queridos necesitan

Se entenderá la complejidad de algo así.

El mejor consejo que me podría dar en esta situación, es el de estar muy pendiente de lo que realmente deseo hacer.

Los diferentes caminos que necesite perseguir se abrirán frente a mí en la medida que haga la paz y sea muy concreto con los deseos que tengo… Aquí es cuando esto se pone algo más esotérico, pero sean pacientes, lectores, porque hay un fondo a esto.

Hay muchas formas diferentes de lograr las metas que tengo propuestas, y esto va más allá de lo que pareciese ser urgente o importante en este instante. Otra verdad sobre esto, es que no depende solo de mí el que se resuelvan estas cosas.

Sinceridad, eso es primero. Si no está mi orientación a enfrentar fielmente las problemáticas que tenga enfrente, entonces tampoco lo estarán mis energías y la fluidez necesaria para resolverlas.

Por muy cierto que sean todas estas cosas, el dolor perdura, y el sentido de responsabilidad por ser el único que puede resolver estas cosas pesa en la verdad de que no quiero resolverlas directamente: Si la meta es cuidar de mi familia, puedo perseguir otros medios para lograrlo.

Sin duda, difícil. Quizás requiera una vuelta o dos más para poder caer en algo que realmente me oriente a poder ayudar en esta situación. Tengo un día por delante y el pesar de este tema promete entorpecer la serenidad con que lo enfrente…

Más bien, mi serenidad debiese partir nétamente en mí, y no en las circunstancias mismas; la serenidad es activa, mientras la paz es aquella circunstancial.

Las vías para resolver estos cuantos desafíos no están del todo abiertas ante mí. Pero, ya fuí sincero con estas, y las reconocí, ahora, toca prestar mucha atención, y observar que respuestas me doy para poder enfrentar y resolver estas con la serenidad que necesita tenerse.

No lograré resolver estas cosas con una mente inquieta y cargada de culpa. Necesito estar tranquilo, pleno, organiazado… Sereno, frente a lo que se pare frente a mí, y confiar que están en mí los medios para enfrentar cuantos desafíos se presenten.

La confianza es primero, quizás incluso, la serenidad podría ser la fuente que nos ayuda a ser más competentes frente a las dificultades.

Ahora, deseo confiar y escuchar: Sé que algo surgirá a indicarme cuál es el camino que tengo que tomar, y las acciones que debo realizar para poder resolver esto.

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